Si hay algo que nos ha dejado el boom inmobiliario han sido numerosas edificaciones que, inmersas en la vorágine de la burbuja inmobiliaria, han sido construidas casi de cualquier manera. La prisa por vender pisos a “precio de oro” sin importar realmente las calidades con las que se realizaban nos presenta un panorama de edificios que representan un 70% del parque de viviendas y que no cumplen los criterios de sostenibilidad que ahora se aplican.

En estas edificaciones los muros de casi un metro de espesor fueron sustituidos por tabiques y cerramientos cada vez más estrechos porque se buscaba aprovechar el espacio lo máximo posible. A esto hay que sumarle, una disminución en la calidad de los materiales que eran más rentables económicamente pero que a la larga, necesitaban un mayor consumo de recursos para obtener un nivel de confort óptimo en la vivienda. Como resultado tenemos edificaciones con filtraciones, ruidos y calor cuya única esperanza pasa por la rehabilitación con materiales más eficientes y que generan menos impacto medioambiental.

Por eso los expertos señalan que el futuro de la arquitectura pasa por la rehabilitación, ya que hoy en día existen materiales que pueden compensar esos problemas de habitabilidad. Materiales como el hormigón fotocatalítico ,que emite menos CO2 en su fabricación y se blanquea con el sol, deja a un lado a materiales más contaminantes como el hormigón. A su vez el ladrillo tradicional es sustituido por poliestireno expandido (EPS, conocido popularmente como porexpán) que ahorra en climatización, y morteros más eficientes desde el punto de vista energético, si se trata de edificios ya construidos. También hay yesos y morteros para revestimiento que usan áridos reciclados.

Pero los materiales no son lo únicos aspecto a tener en cuenta a la hora de planificar una rehabilitación. Hay que abordar también las necesidades energéticas, constructivas, de salubridad o estructurales. Otro aspecto a tener el cuenta es el de cambio de usos que se le dé a un edificio. Una rehabilitación acorde con la nueva función que un edificio en vaya a desempeñar puede servir para sacar rentabilidad o provecho de ese inmueble. Por otro lado, cuanto más se pueda alargar su tiempo de vida útil mucho mejor, ya que poca sostenibilidad tiene cualquier construcción si luego es infrautilizada.

En definitiva, estamos ante una nueva vía para el mundo arquitectónico. Hay que apostar no sólo por una construcción sostenible de obra nueva, sino por saber aprovechar y transformar el parque de viviendas que carece de estas características, haciendo de la rehabilitación sostenible una forma de recuperación tanto para nosotros y como para el medio ambiente.

Fuentes
http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/2020219/la/rehabilitacion/sostenible/futuro/los/arquitectos.html
http://www.granadahoy.com/article/granada/2031629/la/rehabilitacion/sostenible/futuro/los/arquitectos.html