Respirar aire de calidad es igual a tener calidad de vida. Actualmente, tenemos un grave problema con el ambiente de interiores, ya que, al problema añadido del aire exterior contaminado le sumamos la proliferación de aire viciado que se produce en nuestros hogares por falta de ventilación.

La calidad del aire interior disminuye al cocinar, limpiar o generar humos y puede llegar a ser nocivo para las personas que habitan las estancias.

¿Qué se considera un ambiente interior de calidad?

Un reciente proyecto de investigación ha realizado el Grupo Zehnder, que es especialista en climatización de interiores, ha concluido que ventilar tu casa es esencial. El estudio fue efectuado en un edificio con cinco apartamentos, donde este grupo tuvo participación desde la fase de su planificación. En este se evaluaron cuatro de las cinco viviendas que lo conforman, equipándose con una tecnología de sensores integral. Dos de estas viviendas que contaban con unas superficies de 80 m² y 110 m², se ventilaron de forma manual a través de sus propias ventanas y las otras dos con sistemas de ventilación.

Para la valoración de la calidad del aire interior se atendió a la normativa SIA 382/1, que establece una concentración máxima de CO2 de 1000 a 1400 ppm para los espacios habitados que corresponden a una calidad de aire interior media. El menor valor, 1000 ppm, se fijó como valor de referencia en este proyecto de investigación.

Así las viviendas que cuentan con ventilación equilibrada, en combinación con ventilación manual que es a través de las propias ventanas, solo superan el valor límite de CO2 de 1000 ppm en un 1 %, en tanto que los espacios de ventilación manual con las ventanas, y sin sistema de ventilación equilibrada, superan el valor límite entre un 30 % y un 60 % de forma continua, en función de la habitación.


¿Qué problemas pueden ocasionarse debido a un aire de mala calidad en las estancias que habitamos?

  • Un aire de baja calidad favorece la formación de gérmenes y bacterias en el ambiente puede ser algo habitual. Un ejemplo muy claro lo tenemos en el fenómeno de la OFICINA ENFERMA: al haber una escasa renovación del aire, cuando una persona tiene un germen al final se acaba estableciendo en el ambiente. Si todos enferman con los mismos síntomas, nos encontramos ante una ventilación deficiente y una mala renovación del aire.
  • Si el aire se estanca y no se renueva puede convertirse en aire viciado y puede ser muy prejudicial para la salud, sobre todo si se mezcla con humo, vapores, humedad o productos químicos.
  • El exceso de vapor de agua en el aire puede hacer que las paredes o los techos de los hogares se deterioren y provocar enfermedades respiratorias.
  • El asma y las enfermedades respiratorias pueden estar originadas en las personas que viven en ambientes de baja calidad de aire.
  • El confort y el bienestar descienden mucho en los hogares en los que no hay una buena renovación del aire. La irritabilidad y un malestar generalizado son comunes en ambientes cargados.
  • La mala circulación del aire también influye en el descenso de la productividad en centros de trabajo. Además, las bajas laborales son más frecuentes debido a la mala calidad del aire, ya que mucha gente puede enfermar con mayor facilidad.
  • En invierno, por ejemplo, si no hay buena ventilación, el aire caliente se establece en la parte elevada de la estancia calienta, lo que provoca temperaturas incómodas. Esto puede desencadenar en dolores de cabeza y no nos permite gozar de un buen bienestar en nuestros pies.
  • Los insectos pueden proliferar en un ambiente dentro del que la calidad del aire sea escasa.

Cómo afecta la ventilación al consumo de energía


Si hacemos una comparativa respecto del consumo de energía en calefacción, en viviendas con y sin ventilación equilibrada, en el período comprendido de octubre 2019 a marzo 2020, observamos que la vivienda con ventilación equilibrada tiene un 24 % menos de consumo de energía. Observando el período de abril a septiembre del año 2020, el consumo total de energía para refrigerar las viviendas, con y sin ventilación equilibrada, nos muestra que en las viviendas que tienen instalados los sistemas de ventilación equilibrada se consigue un ahorro del 35 % del consumo de energía.

Ventilar en interiores es casi más importante que preocuparse del aire exterior porque en la vida actual pasamos más tiempo entre paredes que fuera. Renovar el aire de nuestras casas es primordial, puesto que respirar un aire de baja calidad es perjudicial para nuestra salud y para nuestro confort en el hogar.