Una casa pasiva no es un estándar energético sino un concepto integral que asegura el máximo nivel de confort térmico. La definición exacta es la siguiente:
“La casa pasiva es un edificio, en el que se puede obtener confort térmico solamente a través de enfriar o calentar a posteriori una masa de aire fresco, que a su vez es necesaria para conseguir las condiciones suficientes de calidad del aire en el interior- sin la necesidad de que haya que renovar el aire que está circulando”
Esta es una definición puramente funcional que no contiene ningún valor numérico y es válida para todos los climas. La definición demuestra que la casa pasiva es un concepto fundamental y no un estándar al azar. Las casas pasivas no han sido inventadas por nadie, de hecho, el principio de la casa pasiva fue descubierto y debe su nombre principalmente a los métodos pasivos utilizados para conseguir el confort térmico (aislamiento, recuperación del calor, uso pasivo de la energía solar y fuentes internas de calefacción).
Estructura de una casa pasiva. Imagen: http://isoteq.eu/
Pero, ¿qué diferencia una casa pasiva de un edificio eficientemente energético? Veamos algunos ejemplos:
- Todos los edificios de bajo consumo energético tienen que ser construidos necesariamente de una forma hermética, y requieren un sistema de ventilación eficiente. En las casas pasivas este sistema también se puede utilizar como sistema de calefacción sin la necesidad de conductos adicionales, ventiladores adicionales, …
- Este concepto permite que se construyan casas equipadas con un sistema de recuperación altamente eficiente a un precio muy asequible. Normalmente esto es difícil de conseguir ya que el sistema de ventilación cuesta tanto como el sistema de calefacción y es un inversión que casi no compensa. La forma de proceder implica recortar gastos en uno de los dos sistemas:
- Recortar en el sistema de ventilación, por ejemplo instalando solo un sistema de extracción; en este caso el edificio será una casa de bajo consumo energético con un sistema de calefacción convencional.
- Recortar en el sistema de calefacción usando un sistema de ventilación que nos sirva también para calentar, en este caso el edificio será un casa pasiva.
Este concepto de calefacción implica automáticamente un consumo extremadamente bajo de energía. Después de todo, usar la ventilación por aire fresco para la calefacción sin necesidad de un sistema adicional puede funcionar solamente en edificios con muy pocas pérdidas de calor. Esto requiere que los acabados exteriores del edificio estén muy bien aislados, especialmente en climas fríos, para mantener el calor dentro pero también en climas cálidos, para mantener el calor fuera de casa. El cálculo del equilibrio del nivel de energía ayudará a determinar el nivel de aislamiento que requiere un edificio en un determinado clima.
Primera casa pasiva en España. Viviendas ecológicas de Josep Bunyesc, Lleida. Fuente: http://elpais.com
En definitiva, la idea de casa pasiva va más allá de una casa sostenible, ya que es capaz de alcanzar un gran nivel de confort térmico a través del uso de fuentes de energía alternativas como el calor corporal de los residentes o la luz solar que entra a través del edificio. Todo esto unido a una buen aislamiento de la construcción (muros exteriores, tejados, ventanas y suelos) permite mantener el calor en invierno y la casa fresca en verano. Y lo más importante, siempre hay aire fresco circulando, lo que aumenta la calidad del aire en el interior sin necesidad de incómodas corrientes. Con todo esto, las casas pasivas, comparadas con un edificio normal, ahorran hasta un 90% más en energía y un 75% más que los edificios de nueva construcción.