Ha llegado el momento en el que por fin vas a hacer esas reformas en tu vivienda que tanto querías. Pero una vez tomada la decisión surgen las inevitables preguntas; y ahora ¿qué? ¿Por dónde empiezo? ¿a quién contrato? ¿Cuánto me va a costar?….
Pues bien para responder a estas y otras muchas cuestiones hemos elaborado una especie de guía con los detalles que debes tener en cuenta a la hora de reformar tu vivienda.

I. Tipo de reforma

Lo primero en lo que debemos pensar es el tipo de reforma que queremos realizar en la vivienda para anteponernos a las futuras necesidades.
En principio hay que tener en cuenta que las reformas de viviendas se pueden dividir en 3 clases:

Decoración y acabados

Se trata de realizar pequeñas obras de conservación para darle un aire nuevo a la vivienda. se trata de pequeñas reformas como cambiar la pintura, instalar una nueva tarima en el solado de nuestra vivienda, cambiar las puertas interiores, renovar el mobiliario de cocina, o cambiar el baño.
En este caso, como las obras no afectan a la estructura de inmueble, por lo general no es necesario pedir una licencia de obra, aunque nunca está demás asegurarse.

Distribución e instalaciones

En este caso el tipo de obra es de mayor envergadura que la anterior ya que se trata de modificar la distribución y las instalaciones de la vivienda. Antes de comenzar hay que estar muy seguros de que está permitido realizar dichas obras ya en la mayoría de los ayuntamientos solicitarán una licencia y un pequeño proyecto para poder realizarlas.
Este tipo de obras debe ir siempre de la mano de un técnico especializado ya sea un arquitecto o un arquitecto técnico. De esta manera tendremos la garantía de saber qué estamos en buenas manos y nos podrán asesorar correctamente para saber si podemos mover un tabique, cuáles son las instalaciones que debemos emplear o dónde podemos ahorrar a la hora del gasto energético.

Ampliación de vivienda y elementos estructurales

En este tercer tipo de reforma lo que se pretende es ampliar la vivienda con lo que se verán afectados elementos de la estructura de la misma. Este tipo de obra se produce cuando vamos a realizar el cerramiento de una terraza, la construcción de un anexo a la misma, o bien si vamos a abrir un hueco en un muro de carga de la edificación.
Para este tipo de reforma vamos a necesitar un proyecto realizado por un técnico competente para solicitar la licencia de obras. También debemos asegurarnos de que el proyecto cumpla la normativa municipal vigente y evitar así invertir en obras que no sean legales y encontrarnos con un gran problema.

II. ¿A quién se debe contratar para reformar una vivienda?

Si hablamos del primer caso, es decir, de dar un “lavado de cara” a nuestra vivienda podemos ser nosotros los que contactemos directamente con empresas de albañilería, pintores, cocinas… para que realicen la reforma. Sí es recomendable pedir distintos presupuestos y que nos informemos bien sobre los trabajos que han realizado previamente. Además, antes de firmar un contrato, debemos tener claro las partidas que se van a ejecutar.
Si bien no es necesario, muchas veces si es recomendable contratar a un decorador para que nos asesore en el nuevo mobiliario y decoración de nuestra vivienda.

Para modificar la distribución y las instalaciones es necesario contar con un arquitecto o un arquitecto técnico que supervise y nos aconseje en todos los pasos que debemos dar. En este punto también es interesante tener referencias de obras anteriores, y sobre todo, que sepa captar claramente lo que necesitamos.
Tras la contratación del técnico, se debe realizar un proyecto de la reforma donde se especifique lodo lo necesario y con un presupuesto de obras desglosado en mediciones por capítulos y partidas. además es muy recomendable realizar unas fichas de obra en las que se detalle los trabajos que se van realizando y tener así el máximo control sobre el estado de las obras de reforma de nuestra vivienda.

Cuando hablamos de obras mayores donde vamos a ampliar o modificar la estructura de la edificación lo principal es asegurarse de que las obras son legales y cumplen con la normativa. Un técnico cualificado nos elaborará un proyecto para solicitar la licencia de obras.

III. Controlar la reforma de la vivienda

Para controlar cómo va la reforma de tu vivienda es necesario haber realizado previamente un proyecto donde se reflejan las necesidades de la reforma, bien definidas y detalladas, la nueva distribución, las instalaciones, los acabados y el mobiliario.
Teniendo todo esto muy claro evitaremos sorpresas durante el transcurso de las obras y nos podremos centrar mejor en controlar si se cumplen los plazos pactados con anterioridad.
Aunque nunca debemos descartar alguna modificación de última hora, pero con una buena dirección de obra, cualquier imprevisto se soluciona fácilmente y tendrás margen de actuación.

IV. Trámites de finalización de obra

.En este momento recomendamos hacer un repaso a todos lo remates y terminaciones para comprobar que son correctos. Para ello podemos realizar un informe de remates para que la empresa constructora lo tenga en cuenta. Hay que comprobar también que todas las instalaciones funcionan correctamente y legalizar las mismas en caso de ser necesario.

Si se ha modificado la instalación de gas, la potencia eléctrica contratada, o bien hemos dado un alta nueva, será necesario el boletín del instalador correspondiente, o bien la contratación del agua, la luz y el teléfono, para que no haya ningún problemas a la hora de volver a nuestro hogar.