La iluminación interior de la vivienda es un aspecto fundamental que da ese toque úico y personal a nuestro hogar. Planificar el tipo de iluminación interior que queremos dar a cada una de nuestras estancias no debe ser relegado al final de la obra. Una buena planificación de la iluminación no solo supone conseguir un determinado nivel lumínico sino que nos da la capacidad de transformar los espacios interiores, poniendo el énfasis en las zonas que queremos resaltar.

¿Qué factores hay que tener en cuenta para planificar la iluminación interior?

Para proyectar la iluminación de una estancia debemos tener en cuenta 2 factores; el tono de luz y la cantidad de iluminación.

  • Los tonos cálidos van asociados a niveles bajos de luz. Podemos inspirarnos por ejemplo en una puesta de sol. Esta tiene un bajo nivel de luz y los tonos predominantes son los rojos cálidos. Las fuentes de luz cálida son ideales para relajar y hacernos sentir a gusto.
  • Los tonos de luz más fríos suelen ir asociados a grandes cantidades de luz. Por ejemplo imaginemos un día soleado de playa donde hay una gran cantidad de luz. Las fuentes de luz fría tienden a ser más estimulantes..

La luz podemos dividirla en 3 categorías; cálidas o amarillentas, frías o tonalidades blancas e intermedias o neutras.

Categorías de iluminación interior

Como hemos nombrado anteriormente, la iluminación interior sirve para transformar espacios y dotarlos de distintas personalidad y funcionalidad. A la hora de elegir qué tipo de iluminación es la más adecuada debemos tener en cuenta que existen cuatro categorías diferentes de iluminación:

  • Iluminación general.
  • Iluminación puntual.
  • Iluminación de exposición.
  • Iluminación decorativa.

Estas cuatro categorías se pueden compaginar entre sí para crear un hogar con unos ambientes complementarios o dotar a una estancia de un ambiente concreto en distintos momentos del día.

Iluminación general

  • La iluminación general sirve para dotar a la vivienda de luz funcional.
  • Se consigue mediante apliques o lámparas de techo.
  • Es recomendable la utilización de varias fuentes de luz a la utilización de una única fuente de luz en el centro de la habitación.
  • Planificación:
    • Hay que tener en cuenta las zonas de paso y escaleras para crear contrastes.
    • Los reguladores de luz son muy recomendables para controlar la intensidad en cada momento.
    • Se pueden utilizar desde halógenos empotrados a una iluminación indirecta a través de foseados en paredes y techos.

Iluminación puntual

  • Es una iluminación suplementaria, más intensa, destinada a iluminar un punto concreto de la estancia para una determinada actividad. Por ejemplo una mesa de comedor, un cabecero de la cama…
  • Nos sirve para crear contrastes, evitando el deslumbre y una excesiva proyección de sombras.
  • Planificación:
    • Se suelen emplear lámparas de pie o sobremesa para zonas de escritura y lectura.
    • Lámparas suspendidas o de techo para la mesa del comedor, el área de maquillaje o afeitado, zonas lúdicas o de trabajo.

Iluminación de Exposición

  • Es un tipo de iluminación más teatral que busca dar un toque especial a la estancia.
  • Se trata de dar un lugar protagonista a un elemento o zona particular de la habitación.
  • Planificación:
    • Se suelen utilizar lámparas cálidas distribuidas por los estantes o mesillas.
    • Velas o fuego de chimeneas que actúan como focos que proyectan formas en movimiento. A esto se le conoce como iluminación cinética ya que al estar en movimiento es una luz que transmite la ilusión de estar viva.

Iluminación decorativa

  • Se utiliza para llamar la atención sobre un determinado objeto como una escultura o un cuadro.
  • También se puede emplear para iluminar y resaltar efectos arquitectónicos o recrear un falso efecto. Por ejemplo, iluminar la base de un muro para crear sensación de ingravidez.

 

En definitiva, para que la iluminación de nuestro hogar cumpla nuestras expectativas merece que que le dediquemos un rato para planificarla en función de nuestras necesidades. Preguntas como: dónde, por qué y cuánta luz debe proyectarse nos servirán de guía para crear distintas escenas de luz que ayudarán a modificarán cada uno de nuestros espacios interiores.